Arthur Miller siempre fue una persona preocupada por la forma en que los negocios afectan la moral de las personas, haciendo que, solo para aumentar sus ingresos, renuncien a sus principios, dando asi un pobre ejemplo a su familia y amigos.
Su obra, Todos eran mis hijos, es uno de los primeros ejemplos de lo que, con el tiempo, se convertira en una de sus obsesiones (magistralmente, por otra parte, retratada en La muerte de un viajante); seguramente, entonces Miller odiaria esta epoca donde sus peores predicciones se confirmaron, con hombres obsesionados por hacer dinero sin detenerse a pensar en la consecuencia de sus actos.
Por supuesto, que haya tantas personas y empresas -recordemos Enron- que hayan hecho de la especulacion su principal actividad no implica que todas sean iguales y hablamos en base a la experiencia porque Cordyman es una referente entre las empresas constructoras de Leon gracias al trabajo constante y honrado, conocida por ofrecerle a sus clientes productos de calidad a los precios mas bajos del mercado.
Cuando nos preguntan como lo hicimos solo respondemos que ese es, desde hace trece años, nuestro objetivo, por lo que no existe la casualidad y si la causalidad: el trabajo duro para ofrecer tratos justos que solo pueden conseguirse cuando las personas que intervienen en los tratos son honradas.
Y en Cordyman somos honrados y, por ello, honramos cada trato dandole a nuestros clientes todas las garantias que nos piden; razon por la cual, debemos decir que no tenemos clientes sino amigos que confian en nosotros de la misma manera que nosotros confiamos en ellos.
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