Según los registros historicos que han podido hallarse, Salamanca tuvo su origen hace aproximadamente dos mil setescientos años, durante la Primera Edad de Hierro, en una aldea situada en el cerro de San Vicente, sobre el río Tormes.
Desde ese -si se quiere- humilde origen, Salamanca tuvo visitantes-conquistadores vacceos, vettones, romanos, visigodos y musulmanes hasta que comenzó la reconquista de toda la zona por Raimundo de Borgoña, yerno del rey Alfonso IV quien repobló la ciudad restaurando, en el año 1102, la sede episcopal.
Alfonso IX de León fomentó la llegada de nuevos pobladores al otorgarle numerosos fueros a la ciudad además de darle a las escuelas catedralicias el rango de Estudio General permitiendo así el surgimiento posterior de la Universidad de Salamanca, ratificada por el papa Alejandro IV (1255).
Los siglos XIV y XV fueron especialmente duros para la ciudad porque los diferentes bandos de nobles se enfrentaron entre sus murallas, causando heridas que tardarian décadas en cicatrizar y causando grandes perdidas comerciales, afortunadamente el siglo XVI fue benévolo.
La recuperación económica de Salamanca se asentó sobre varios ejes (comercio, rentas latifundistas, actividad lanera) que permitieron incrementar las actividades culturales y aumentar la poblacion de manera significativa, llegando a los veinticinco mil habitantes, entre los que destacaban estudiantes atraidos por la alta calidad educativa de la universidad y sacerdotes seducidos por las magnificas iglesias y templos locales que aseguraban un público atento a sus palabras.
Entre los personajes destacados que podían encontrarse por aquellos años en cualquier calle de Salamanca se encontraban fray Luis de León, Santa Teresa, Miguel de Cervantes, Calderón de la Barca ("la vida es sueño"), Francisco Quevedo, Luis de Góngora y Lope de Vega.
Durante la guerra de la Independencia, Salamanca fue ocupada por tropas francesas en 1809, permaneciendo en su poder hasta 1812. Posteriormente, la ciudad fue nombrada capital de su provincia y contó con la insuperable ventaja de ver llegar hasta sus puertas el ferrocarril que unía Francia y Portugal.
En el siglo XX uno de los hechos fundamentales para la ciudad es la fundación de la Universidad Pontificia por parte de Pio XII en 1940 y la declaración, en 1988, de Salamanca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las principales fuentes económicas de Salamanca son la Universidad y el turismo. Salamanca es una de las principales atracciones de Castilla y León, con un número crecientes de turistas que la eligen cada año como destino teniendo en cuenta la gran cantidad de atracciones que posee.
Debe destacarse, además, que el turismo cultural tiene, en Salamanca, innumerables motivos de regocijo porque allí se encuentran gran cantidad de construcciones de gran valor arquitectonico, como son sus dos grandes catedrales, la vieja, perteneciente al siglo XII, y la nueva, terminada en el siglo XVIII.
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